'Chucho’, el oso de anteojos cuyo caso abrió el debate en Colombia sobre los animales en cautiverio, murió este miércoles como consecuencia de un cáncer agresivo, informó el Zoológico de Barranquilla en donde el animal permanecía desde junio de 2017 cuando fue trasladado de la reserva Río Blanco, en Caldas, en donde nació.

“Con profunda tristeza lamentamos informar que esta mañana a las 8:45 a.m. el oso de anteojos conocido como Chucho, que estuvo bajo nuestro cuidado desde el año 2017, falleció en medio de un procedimiento veterinario programado de manera urgente”, se lee en el comunicado.

El mismo documento, el Zoológico reportó que el animal venía presentando problemas de salud desde hace cinco días.

“Chucho disminuyó su consumo de alimento y, debido a su apetito voraz, esto llamó la atención de sus cuidadores. También notamos que su respiración se había alterado y, finalmente, detectamos una herida al interior de su boca, que sospechamos podría ser producto de un cáncer agresivo”

No procede habeas corpus para exigir la libertad de Oso Chucho. Para la Corte, ese instrumento, que constituye garantía fundamental de la libertad de las personas, no resulta aplicable para dirimir la situación planteada frente al Oso Chucho. pic.twitter.com/8HFyKK2jya

— Corte Constitucional (@CConstitucional) January 23, 2020

El informe revela además que a ‘Chucho’ se le detectó una herida al interior de su boca, en el paladar duro, cerca de los molares  que sospecharon podría carcinoma de células escamosas , el mismo que  había padecido el año anterior, pero fue removido con éxito.

En consecuencia, los veterinarios programaron un procedimiento para analizar su estado de salud.

“Infortunadamente, presentó un paro cardiorrespiratorio fatal durante el procedimiento, en el que, además, el equipo de expertos confirmó la hipótesis que se tenía hasta entonces: Chucho presentaba masas de aspecto maligno en su tracto respiratorio superior, por lo que no se descartaba que existiera metástasis en pulmón y masas en otros órganos, que podrían o no estar asociadas al mismo tipo de cáncer”.

En el mismo comunicado, el Zoológico de Barranquilla destacó que este oso de anteojos fue un animal muy querido entre los colaboradores, destacando que desde el año 2017 tuvo un grupo de ocho profesionales de planta a su completa disposición, así como un equipo de 11 cuidadores dedicados a su atención diaria, al menos 7 veterinarios y médicos externos (gastroenterólogos, ecografistas, oncólogos, oftalmólogos, odontólogos entre otros), y unos 30 practicantes de veterinaria y zootecnia para su cuidado.

Tras una tutela interpuesta por un accionante que buscaba la libertad del animal para ubicarlo en un hábitat similar al natural para que pudiera vivir según su condición y especie los últimos años de su vida alejado del confinamiento.

En enero de 2020, la Corte Constitucional concluyó que los animales no son sujetos de derecho sino de derecho sino de protección constitucional, por lo que ‘Chucho’ terminó sus últimos años en cautiverio, bajo el cuidado del Zoológico de Barranqiuilla.

En su momento, la presidenta de la Corte, Gloria Stella Ortiz, dijo a los periodistas que una de las razones por las que se le negó "la libertad" a Chucho se debe a que por su avanzada edad, no tenía la posibilidad de conseguir su propio alimento.